Nunca antes la tecnología había tenido un papel tan importante como elemento transformador e integrador social. Es un factor clave para impulsar las conexiones, la transparencia y la igualdad. Y el sector de las telecomunicaciones tiene la responsabilidad de reforzar el compromiso con la diversidad de género para cimentar la igualdad de oportunidades.
El reto está sobre la mesa: conseguir la igual de género (50-50) en 2030, tal y como ya fijó la ONU en sus ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, el empoderamiento de la mujer necesita de “cambios transformadores, enfoques integrados y soluciones innovadoras”, según el organismo internacional. Ya desde el primer momento ONU Mujeres puso el foco en la innovación y la tecnología como herramientas poderosas y en las oportunidades que ofrecen para “romper tendencias y llegar a quienes corren mayor riesgo de quedarse atrás”.
Para alcanzar los retos que plantea la revolución digital en la que la sociedad está inmersa de manera global, y dar respuesta a nuevas necesidades es necesario aprovechar al máximo las capacidades y habilidades del mejor talento, fomentar la innovación y acercarse, precisamente, a esa sociedad cada vez más cambiante.
