Hace tres que la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) impulsó la creación de la Fundación LAB Mediterráneo con el objetivo de posicionar a la Comunitat Valenciana como un referente en innovación, desarrollo tecnológico e investigación. Una vocación que ahora quieren potenciar ante los continuos cambios en la sociedad y la convulsa coyuntura. Y, para ello, han puesto en su punto de mira Silicon Valley, la meca del emprendimiento y el talento innovador, para aprender e importar su modelo a la autonomía para que sirva de inspiración al tejido empresarial valenciano.
Ese es uno de los primeros planes que tiene en marcha la Fundación para este nuevo curso y antes de cerrar 2022. Un año en el que la entidad ha identificado que la Comunitat Valenciana está por debajo de la media española en inversión en tecnología y en personal dedicado a la I+D+i, además de la existencia de una fuerte brecha entre la innovación que se desarrolla en las universidades y la que se implementa en las organizaciones empresariales. Una diferencia que se buscará corregir mediante una serie de acciones, entre las que destaca la misión empresarial a EEUU que será entre el 4 y el 9 de noviembre.
La expedición estará formada por unos 23 empresarios y, por el momento, la agenda y el programa de actividades se están perfilando, aunque la previsión es tener encuentros con universidades y participar en eventos con startups para saber qué buscan los fondos de inversión. La idea es clara: conocer cuál es la cultura de la zona y qué es lo que les hace ser un referente. «Al final, se trata de obtener aprendizajes y trasladarlos luego a nuestros ámbitos de actuación», apostilló Soto.
Pero, además, Fundación LAB, entidad 100% privada, acometerá otro tipo de actividades con el fin de fomentar la creación y atracción de startups tecnológicas a la economía valenciana; atraer grandes empresas tecnológicas; así como promover y acelerar la transformación digital; contribuir a incrementar la inversión privada en innovación; y ayudar a potenciar la investigación, sus ejes de acción. Y lo harán para alcanzar los niveles de innovación que tienen regiones punteras como son Madrid, Cataluña o País Vasco, a través de cuatro campos: comunicación, divulgación, generación de conocimiento y apoyo a iniciativas existentes.
